miércoles, 20 de enero de 2016
lunes, 18 de enero de 2016
Comentario sobre el montaje de una película
1.Elegir una película premiada con un Oscar o un BAFTA al mejor montaje (comentarlo por el grupo para no repetir películas).
2. Buscar una ficha técnica (año, país, quiénes fueron Director, Montador y Guionista, con eso me vale) información crítica sobre la película, donde sobre todo se explique el por qué de ese premio de montaje: innovaciones en montaje, relación con el guión, lo que encuentres. Resumir esta información en unos dos folios, para entregar.
Si no encuentras nada de información, vuelve al punto 1.
3. Seleccionar una escena o secuencia de la película donde se vean esos valores por lo que tuvo ese premio de montaje, o en todo caso, que te parezca que tiene puntos de interés en cuanto a montaje.
4. Exponer en clase tu trabajo: resumen de por qué fue premiada, pones la escena/secuencia y la explicas. Todo esto en 10 minutos.
5. El lunes 25 expondrán su trabajo las 4 primeros puestos de la lista de clase. El lunes 1 los cuatro siguientes. Tras los Carnavales seguiremos así. Si alguien no puede venir su día que lo avise, si falta ese día quedará para el final. Antes de la Segunda evaluación, si falta gente por exponer dedicaremos otro día de la semana.
6. Una vez expuesto me envían por email los dos folios de información y un resumen de la escena elegida.
miércoles, 13 de enero de 2016
TRAILERS
RESUMEN DE CONCEPTOS BÁSICOS EN LA REALIZACIÓN DE UN TRAILER
- Darle estructura. Una buena edición siempre ayuda, ligar escenas que en la película no está ligadas pero que crean una conversación o una narrativa.
- Estructura similar a la clásica en tres actos: Introducción-Nudo-Desenlace pero SIN Desenlace, dejando acciones sin terminar.
- Buen ritmo, dinamismo. Éste dependerá del género del cual se trate; drama: lento, acción: rápido, bloques cortos.
- Planos de acción: aunque no tiene que ser una norma, los planos con movimiento o acción funcionan mejor en una estructura tan corta.
- Hacer énfasis en el aval. Colocar en texto qué es lo que la avala como una buena película, algo que dé garantía: nombre del director, guionista, productores y los trabajos previos que estos han hecho, logros obtenidos, premios, taquilla o frases de la crítica.
- Debe también incluir la trama, pero creando las ganas de saber qué pasa después, obviamente, no desvelar el final. Ni tampoco mostrar todas las mejores escenas, guardar algo para la película.
- Banda sonora. A pesar de ser un material de dos minutos o menos, debe estar estructurado como cualquier otro y una parte importante es la banda sonora: diálogos, musicalización y efectos especiales. Recurrir a músicas específicas para trailer
HISTORIA Y DESARROLLO DE LOS TRAILERS
Parte 1: Historia y
evolución
El mundo del cine de ahora no es como el de antes y la forma de
promocionar una película ha cambiado radicalmente. Hoy en día
encontramos esa promoción a partir de los EPK (el kit que se le
entrega a las televisiones y a medios escritos/online), con los
standees o displays (esos grandes pósters de cartón que podemos ver
en los vestíbulos de los cines), o con los banners o widgets
diseñados y creados para las redes sociales o las diferentes webs,
pero por mucho que cambien los tiempos, los reyes entre todos los
materiales siguen siendo, y creo que seguirán siéndolo por mucho
tiempo, los tráilers de cine.
¿Qué son los tráilers? Los tráilers son avances de menos de tres
minutos que sirven como herramientas de marketing para promocionar
películas. Los trailers son unas de las mejores oportunidades de
seducir y cautivar al público objetivo. Son la herramienta de
comunicación publicitaria más importante de una campaña de
marketing y, hoy en día, la utiliza hasta la industria de los
videojuegos. Gracias a Internet los trailers son más famosos que
nunca y festivales publicitarios premian su enorme creatividad (‘The
Key Art Awards’ y ‘The Golden Trailer Awards’). Por su calidad,
innovación e imaginación, muchos de ellos son auténticas obras de
arte y, por eso mismo, merecen nuestra admiración y reconocimiento.
Existen varias teorías sobre quién tuvo la idea y cual fue el
primer trailer que se proyectó pero parece que todo el mundo
coincide en que el primer tráiler de la historia se proyectó en la
década de 1910. Pero antes de entrar en eso, empecemos por el
principio: ¿Por qué se llaman tráilers? Pues sencillamente porque
originalmente estos avances se solían proyectar al final de la
película, no al principio como ocurre ahora, y eran, por así
decirlo “remolcados”. Eso sí, esta costumbre duró poco, porque
los dueños de los cines se dieron cuenta de que el público
abandonaba la sala en cuanto terminaba la película así que, cuando
se dieron cuenta de su potencial, decidieron ponerlos al principio,
aunque se conservara el nombre de ir a “remolque”.
Ahora sí: vayamos a los inicios. Según Lou Harris, director del
departamento de trailers de Paramount, el primer trailer de la
historia del cine fue proyectado en 1912 en un recinto ferial en Rye
Beach, Nueva York. Sobre una gran sábana se proyectó uno de los
episodios de la serie ‘Las aventuras de Kathlyn’, que acababa con
la protagonista siendo arrojada al interior de una jaula con leones.
Tras el episodio se mostraron pequeños fragmentos del siguiente
episodio mientras un responsable de la proyección decía en voz alta
lo que unos títulos rezaban en pantalla: ¿Conseguirá escapar de
las fauces de los leones? ¡Descúbranlo en el emocionante siguiente
capítulo! Exacto, no sólo sería el primer tráiler proyectado,
sino que sería la primera serie en utilizar los cliffhangers. ¡Ríete
tú de ‘Perdidos’! xD
Qué cosas, ¿verdad? Aún así hay gente que cree que realmente el
primer tráiler apareció ese mismo año pero unos meses antes, con
la serie ‘Qué le pasó a Mary’, pero realmente la teoría que
coge más fuerza es la que os he contado antes. Lo que sí está
claro es quien puede ser considerado como el padre del tráiler: el
americano Nils Theodore Granlund. Granlund fue el pionero en exhibir
en Noviembre de 1913 el primer tráiler en una sala de cine en EE.UU
delante de una película. Granlund era el gerente de publicidad de
los cines Marcus Loews así que se las ingenió para producir y luego
proyectar una breve promo del musical ‘The Pleasure Seekers’ que
se estrenaba en el teatro Winter Garden de Broadway, en Nueva York.
Y no sólo eso, un año más tarde, en 1914, Granlund fue el primero
en producir y proyectar un tráiler de una futura película; vamos
tal y como entendemos hoy en día el concepto de tráiler. La elegida
fue, nada más y nada menos, que el debut cinematográfico de Charles
Chaplin. ¿Qué, cómo os quedáis? El tráiler que proyectó
Granlund a principios de 1914 fue el del corto ‘Chaplin,
periodista’, que se iba a estrenar el 2 de Febrero en el teatro de
la Séptima Avenida de Harlem. Obviamente no he encontrado dicho
tráiler, pero sí que está en YouTube el corto entero para que os
habáis una idea:
Así de fácil nació el concepto de tráiler. Este pequeño invento
fue un éxito y los estudios copiaron la idea. La utilidad y la
importancia de estos avances publicitarios quedaron patente
enseguida, como demuestra que en 1916 la Paramount crease su propia
división publicitaria, o que en 1919 apareciese la primera agencia
de publicidad cinematográfica de la historia, el National Screen
Service (NSS), que tuvo tal relevancia en su época que durante
muchos años dominó, como monopolio, el mundo de la publicidad de
cine, creando y distribuyendo trailers en bobinas separadas, para la
práctica totalidad de las películas americanas.
La NSS lideró el negocio de la producción y, principalmente,
distribución de trailers a cines en Estados Unidos desde los años
20 hasta finales de los años 50. A ellos les debemos un estilo de
trailer con un lenguaje basado en la exageración y los superlativos
constantes para promocionar las películas y con un montaje
discontinuo donde se agrupaban planos que uno detrás de otro daban
un significado concreto y creaban así una emoción en el espectador.
Todos hemos visto esas películas de terror o de sci-fi con grandes
títulos, ¿no? Pues AQUÍ y AQUÍ os dejo un buen recopilatorio y
unos buenos ejemplos de los tráilers de esos años.
Durante los años 60 y 70, período en el que los grandes estudios
empezaban a subcontratar la creación de trailers a agencias de
marketing, la forma de percibir los trailers cambió radicalmente. No
sólo en lo visual, como hicieron algunos directores como Alfred
Hitchcock que atrajeron la atención del público apareciendo ellos
mismos en los trailers para presentar cada película (cosa que hace
unos años se puso de moda otra vez) o como Stanley Kubrick, con sus
trailers de ‘Lolita’, ‘¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú’
y ‘La naranja mecánica’, cambiando la forma de presentar los
gráficos con un montaje discontinuo y acelerado donde se
intercalaban los títulos con escenas de la película; sino también
en lo sonoro, con la incursión de la voz en off.
Antes de la voz en off se recurría a la voz de un locutor
publicitario, de los que trabajaban en la radio haciendo anuncios,
para que diese énfasis a la película. Pero el momento clave que
cambió la historia del trailer en lo que respecta al sonido tuvo
lugar en 1964, con el trailer de la película ‘La noche de la
iguana’ de John Huston. Dicho tráiler fue llevado a cabo por
Andrew J. Kuehn, un antiguo empleado de la NSS que fue contratado por
Metro-Goldwyn-Mayer para encargarse de los trailers de sus películas.
A la hora de hacer el tráiler, Kuehn se encontraba con el problema
de que la película no le ofrecía una banda sonora que pudiese
utilizar, así que decidió contratar a un músico de jazz que
compusiera una pieza específica para el trailer. Además, contrató
al mítico James Earl Jones, un desconocido joven actor negro por
aquel entonces al que conoció en una obra Off Broadway, y que tenía
una voz profunda y muy sensual. Por último, Kuehn decidió hacer un
montaje rápido, intercalado con algunos diálogos de los personajes
y… ¡TACHÁN! nació el primer trailer “moderno” de la
historia.
Como veis durante esos años 60 y 70 los tráiler cambiaron a mejor.
Y es que no hay que olvidar que los trailers son una herramienta
publicitaria básica para la promoción de una película, y por eso
su evolución estuvo íntimamente relacionada con la evolución de la
publicidad durante esos años, ya con estudios de audiencia y con
nuevas fórmulas de persuasión, menos exagerada, más narrativa y
orientada a una audiencia específica.
En 1971 hubo un antes y un después en la forma de promocionar cine
por la televisión. En ese año se estrenó la película ‘Billy
Jack’, un drama sobre la Guerra de Vietnam interpretada y dirigida
por Tom Laughlin que fue distribuida por Warner Bros con pobres
resultados, unos 2 millones de euros. Algo que llevó al mismo
Laughlin a denunciar a la distribuidora por no haber promocionado
correctamente su película. La Warner se vio entonces obligada a
redistribuir este título en cines y hacer una fuerte inversión para
comprar espacios en televisión, algo fuera de lo común en esa
época.
La gran sorpresa llegó al comprobar que en esta segunda
distribución, ‘Billy Jack’ alcanzó una recaudación de 22
millones de euros, lo que vino a demostrar a la industria del cine
que la inversión en televisión debía convertirse en una práctica
obligada. Estaba claro: cuando los grandes estudios estuvieron
dispuestos a invertir millones de dólares en anuncios de televisión,
se dieron cuenta que los ingresos de la película en taquilla
ascendían de forma elevada.
Con esta campaña de televisión, se inaugura la época de los
blockbusters (los grandes éxitos de audiencia a nivel mundial). En
los 70 la inversión de presupuesto en campañas publicitarias,
principalmente en televisión, aumentaron exponencialmente. Los
trailers adaptaron su duración y edición a los espacios
televisivos, pasando de trailers de 3 minutos a spots y teasers desde
1 minuto, hasta 30 segundos. Los estudios comprendieron que estas
piezas audiovisuales eran, junto al póster, la herramienta más
importante y rentable de una campaña de marketing cinematográfico.
A partir de los años 80 y 90 todo volvió a cambiar. Con las nuevas
tecnologías los tráilers no sólo cambiaron de aspecto (de 4:3 a
panorámico/scope, de 35mm a digital…) y sonido (Dolby SR, Dolby
Digital..), sino de formato, ya que con la incursión del VHS en los
hogares de la gente, los tráilers se extendieron como la pólvora al
venir incluidos en las películas que compraban. Empezó con el VHS,
continuó con el DVD (con la posibilidad de saltarlos) y ahora ya
llevamos años con los de los Blu-Ray. Fijaos si los tráilers tenían
fuerza que durante los años 90 se utilizaron de gancho para ciertas
revistas, en las que incluían una cinta VHS llena de tráilers de
los próximos estrenos.
Pero sin duda la revolución llegó con ese pequeño invento llamado
Internet y con la creación a principios del año 2000 de webs que
almacenaban cientos de tráilers. iTunes Movie Trailers,
Movie-List.com o ComingSoon.net fueron páginas que empezaron muy
fuerte y que hoy en día siguen siendo un referente para los que
quieren estar al día sobre los tráilers de cine. ¡Y encima
mejorando la calidad! Pasando de los primerizos 320×240 píxeles al
glorioso FULL HD a 1080p.
Las distribuidoras también aprovecharon el tirón de Internet para
empezar a darle más importancia a los tráilers y a estrenarlos de
forma independiente al estreno de la sala de cine. Actualmente la
importancia de los tráilers online va siendo cada vez mayor ya que
tienen más tirón entre el público joven y permite una mayor
presencia mediática. Y se nota con todo lo que circula por la red,
desde re-cuts de tráilers hechos por fans, pasando por las
disecciones fotograma a fotograma que hacen algunos bloggeros, con
los tráilers interactivos por YouTube o hasta por la última moda de
Hollywood que es el tráiler del tráiler, como hemos visto con
‘Prometheus’, el remake de ‘Desafio Total’ o ‘Amanecer’.
Esta revolución de Internet y, por supuesto la cultura fan, ha
disparado las cifras de tráilers vistos por la gente, llegando al
extremo de batir récords en las diferentes páginas de tráilers,
como hizo el tráiler de ‘Los Vengadores’ que fue descargado en
sus primeras 24h por 13,7 millones de personas. Mucha gente, sí, que
se suman a los 10 billones de tráilers que se ven al año de media.
Es un no parar y de momento esto no tiene final. Eso sí, las
distribuidoras no sólo aprovechan Internet, cualquier medio es bueno
para dar a conocer un nuevo tráiler, ya sea un programa de TV o en
algún evento especial como la Comic-Con.
En fin, como han cambiado los tiempos, ¿eh? Desde aquel tráiler
proyectado en una sábado a principios de 1910 al nuevo tráiler que
haya salido en HD en iTunes… ¿Cómo serán en los próximos años?
Pues no tengo ni idea, pero me parece que si la industria no cambia o
evoluciona como ya pasó en su día, los tráilers seguirán siendo
tal y como los conocemos ahora. Eso sí, ya sea un tráiler mudo en
blanco y negro, en color o en HD, los objetivos de los tráilers
seguirán sendo los mismos de siempre: vender una película creando
expectación y dejando al público con ganas de ver más.
Parte 2: Creación del
tráiler en USA y en España
Parece mentira pero hoy en día el papel de un tráiler de cine es
vital en la industria cinematográfica, ya que condensan de la forma
más atractiva posible la historia de una película y sirven para dar
al espectador una primera impresión. Y, en publicidad, la primera
impresión es la que cuenta. Y que mejor forma de promocionar y hacer
atractiva una película que con una película en miniatura, porque en
el fondo eso son lo que son los tráilers.
Los atractivos fundamentales de un trailer son su historia, sus
estrellas y su género; éste último va asociado al sexo de la
audiencia. Se asume que las películas románticas van dirigidas al
público femenino y el género de acción, al público masculino. A
la gente que le gustan ciertos géneros en especial les gustan
también ciertos trailers y desconectan cuando ven trailers que
pertenecen a otros géneros. Los espectadores toman decisiones
basados en sus expectativas, basadas en sus conocimientos de cada
género; su juicio determina cómo hay que dirigirse a ellos. Por eso
las audiencias son definidas, encasilladas por la industria en sus
estudios de mercado. Y por eso también es esencial clasificar cada
película dentro de un género.
El trailer debe crearse siguiendo cierta estandarización o
estructura pero también tiene que distinguirse de otras películas
similares del mismo género. Los aficionados a los géneros quieren
ver películas similares a otras pero no idénticas. Elementos
fundamentales como los eslóganes, la música, los efectos sonoros,
la edición ayudan a marcar distinciones entre diferentes géneros.
Por ejemplo, en una película de acción, el trailer tendrá un
montaje rápido de escenas y en drama, los planos durarán más
tiempo en pantalla.
Hoy en día en Estados Unidos, ningún director y su editor montan
trailers. Está todo hecho en agencias de marketing llamadas ‘trailer
houses’. Estas agencias tienen mucha presión por parte de los
grandes estudios porque, cuando la película funciona bien en
taquilla, les elogian; pero cuando va mal, culpan al trailer. Eso sí,
ya pueden aguantar la presión sabiendo lo que cuesta hacer un
tráiler. Los estudios se gastan entre 100.000 y 200.000 dólares en
cada tráiler, aunque la cantidad puede elevarse hasta 1 millón de
dólares si en el tráiler viene incluida alguna canción en
especial. Algunas de las agencias, más importantes son ‘The
Cimarron Group’, ‘The Ant Farm’, ‘Aspect Ratio’, ‘Trailer
Park’, ‘Mark Woollen & Associates’, ‘Mocean’, y suelen
tardar unas pocas semanas en hacerlos.
Mientras la película se edita en el estudio de cine, el editor monta
el trailer. Debido a esto, el trailer puede contener material que el
editor de la película no vaya a utilizar, o el editor del trailer y
el editor de la película pueden estar usando diferentes tomas de un
mismo plano. El trailer se estructura con la inclusión de partes
fundamentales de la historia, tratando de omitir datos importantes de
la trama, pero todos sabemos que a veces eso no ocurre y que algunos
tráilers SPOILEAN y destrozan la trama sin escrúpulos.
El material de la película como su montaje se escoge cuidadosamente
con el objetivo de resaltar la excelencia de la película. A la hora
de crear el trailer, hay diferentes fórmulas para usar y una única
película que vender. Decidir el tipo de discurso audiovisual es todo
un arte. Una buena regla a seguir es que contra más largo sea un
trailer, menos gente estará interesada en la película. Aburrir al
espectador es algo que debe impedir a toda costa el editor, la figura
más importante en la industria de los trailers.
El editor es un artista cuyo trabajo es el de captar la esencia de
una película y comprimir su historia con escenas y diálogos que
establezcan una continuidad argumental. La intervención del editor
en los cortes, las transiciones, la medida de los planos y las
secuencias es lo que hace que el trailer funcione. Mientras que el
productor es responsable en escribir el guión del tráiler, la
función del editor es seleccionar las escenas más emocionantes, los
efectos sonoros, la música, los elementos gráficos y, sobretodo,
mantener el trailer dentro de los 2 minutos 30 segundos permitidos
por la Motion Picture Association of America (MPAA).
¿Y en España qué demonios ocurre? Pues no sólo la industria del
cine en nuestro país está espabilando, y equiparándose poco a poco
con el de Hollywood y sus películas, en el que se cuida todo, y nada
se deja para el final, sino también en el mundillo de hacer
tráilers. Pero para hablar de los tráilers en nuestro país hay que
hacer dos grupos: 1) Los tráilers que se hacen aquí con nuestras
propias películas y 2) Los tráilers en español que todos conocemos
cuya fuente de video y materiales cogemos de lo que nos dan las
distribuidoras americanas.
Empecemos por lo patrio y con una máxima: nuestros tráilers no
gustan. Cuando los vemos nos suelen despertar bastante indiferencia o
rechazo. ¿Será porque son sosos? ¿Porque cuentan demasiado?
¿Porque parecen cutres? No se sabe pero no tienen nada que ver con
los tráilers americanos. Mientras que el estreno del tráiler de una
cinta americana se convierte en un acontecimiento mediático, como ya
hemos visto, raro es el caso de un tráiler español que consigue
llamar la atención del público, poniéndose en boca de todos y
arrastrando a unas masas. Eso sí, hay excepciones, como las que
encontramos en los tráilers de ‘Torrente 4′ o ‘[REC]3:
Génesis’, que fueron originales y nos sorprendieron a todos.
Veamos cómo se crea un tráiler español (que no es lo mismo que un
tráiler EN español) desde cero. Al igual que pasa en Estados
Unidos, aquí en España el proceso de elaboración de un tráiler
comienza con un briefing en el que los departamentos de márketing de
las productoras y las distribuidoras determinan el público objetivo
al que tiene que apelar el tráiler. Con estas indicaciones, y con
los materiales que se facilitan (que van desde un primer montaje a la
película entera) empieza una carrera contra el tiempo que implica a
montadores, técnicos de laboratorio, locutores y directores de
márketing.
En el caso de una película de presupuesto medio y si tienes las
ideas claras y los materiales a tu disposición, se puede hacer un
buen tráiler entre un mes y medio; y dos meses si es un proyecto más
gordo. Eso sí, hay tráilers que se hacen más fácilmente que
otros. Como en la vida, hacer reír y hacer llorar es lo más difícil
en el cine, así que hacer un buen tráiler para un drama o una
comedia es difícil ya que no quieres destripar mucho el argumento
(aunque ya sabemos que a veces NO pasa). El súmmum de las
complicaciones llega con el cine independiente, con poca
espectacularidad visual ya que sus imágenes no son tan llamativas.
Por el contrario, los tráilers para un thriller o una película de
terror son más fáciles, porque proporcionan ocasiones para el
suspense y en el fondo todo es cuestión de buenos planos y buena
música.
Vale, ya sabemos más o menos como se hacen, pero ahora que estamos
en crisis y hay tanto recorte la pregunta es: ¿Cuánto cuesta hacer
un tráiler en España? Muchos profesionales prefieren omitir el dato
pero hay alguna que otra fuente anónima que habla de un baremo de
entre 6.000 euros, para una película modesta, y 20.000 para una gran
producción. Parecerá caro, pero recordad que hacer los tráilers es
barato en comparación con otros aspectos del rodaje, y tal y como
pasa en territorio yanki, en proporción a lo que cuesta y al impacto
que tiene en el público, el tráiler es el elemento más rentable en
la promoción de una película. Junto al cartel, el tráiler es la
clave, vamos.
Vayamos al segundo grupo. El de las distribuidoras, ya sean
americanas con departamento en España o distribuidoras españolas,
que no es que hagan los tráilers, sino que “simplemente” los
doblan y ponen los textos (cartelas) en castellano. En este grupo hay
dos claras diferencias: si la distribuidora es una major, como Fox,
Universal o Warner, con mucho dinero, hacen lo que quieren cuando
quieren, como sacar varios tráilers y spots; o si es una
distribuidora pequeña, que no se puede permitir lujo y que van al
grano y ajustados al guión.
Eso sí, un camino será más fácil que el otro, pero los dos llevan
al mismo sitio. Una vez que se recibe los materiales de la película,
que pueden ser mediante dvds, bobinas o con direcciones en ftps, la
gente se pone a currar con ellos. Las empresas de doblaje, los del
laboratorio, los de la infografía, todos ellos, trabajan a
contrarreloj para tener listo el tráiler provisional. Una vez que
tienen acabado el tráiler, si es una major, se hace un screening de
éstos para ver las primeras reacciones de la gente y sus
expectativas. Lo demás ya es historia.
Parte 3: Modelos de
tráilers
Los trailers se pueden clasificar en teasers y trailers estándar;
sin contar los spots de televisión o de radio. En una campaña
publicitaria el teaser trailer, al igual que el teaser póster, es lo
primero que se exhibe de cara al público. Un teaser trailer, o
simplemente teaser, es el primer conjunto de imágenes que se enseñan
de una película. Son trailers breves (30-60 segundos), donde,
mostrando lo menos posible, se sugiere la historia de la película.
Están hechos exclusivamente con la finalidad de crear expectación y
dejar al público insatisfecho. Suelen aparecer un año antes del
estreno de la película, y generalmente contienen pocas o ninguna
escena de la película.
Dentro de los teasers hay varios tipos así que aquí tenéis los más
importantes con unos buenos ejemplos: el teaser de ‘El Código Da
Vinci’, que salió en cines antes de que el rodaje de la película
hubiese empezado y que sólo mostraba el cuadro de la Gioconda; el
teaser de ‘Tron: Legacy’, que utilizó una secuencia entera de la
película o los teasers de ‘Terminator 2′ o ‘Regreso al
futuro’, que mostraban una escena rodada específicamente para el
tráiler y que no salía en la versión final del filme. ¿No son
geniales? :P
Sea del tipo que sea, el teaser (personalmente para mi los mejores
tráilers) es un aperitivo, que tiene continuación con el tráiler
estándar, el de toda la vida, que suele aparecer en los cines seis
meses antes del estreno. Salvo excepciones el planteamiento de estos
tráilers es el mismo que el de cualquier otra producción, con
planteamiento (introducción), nudo (conflicto) y desenlace (clímax).
Este último elemento es el más importante y suele consistir en un
montaje visual de los momentos más emocionantes de la película,
donde se muestran los nombres de los actores, los efectos especiales
y las imágenes más impactantes acompañados de una pieza musical
potente.
Los spots de televisión (o trailers de televisión para los más
finos) varían en función de la cadena y el horario en la que vayan
a ser emitidos. Todo depende del tipo de audiencia que se busque y
suelen emitirse un mes antes del estreno, aunque también depende del
país, porque por ejemplo en España se suelen emitir una o dos
semanas antes del estreno. Pueden ser de 5, 10, 20, 30, 45 o 60
segundos, aunque los más habituales son los de 10 y 20. ¿Y cuantos
pueden haber? Pues desde sólo 1 hasta 15, 16 o 17. Sí, ¡a dejarse
la pasta en ellos!
Parte 4: Elementos del
tráiler
Como películas en miniatura que son, los tráilers contienen una
serie de elementos que las conforman y que casi siempre aparecerán
en ellos. Hay unos cuantos, pero los más importantes son la música,
la voz en off y la calificación de edades. ¡Vamos a por ellos!
La música, que ayuda a establecer el tono del tráiler, casi nunca
pertenece a la banda sonora de la película y suelen provenir de
otras películas, ser música popular, música de librería o música
compuesta específicamente para el trailer. Las más usadas son las
músicas de librería y las bandas sonoras de otras películas. Hay
muchas compañías que crean música de librería (‘X-Ray Dog‘,
‘Future World Music’, etc…) pero sin duda la más importante es
‘Inmediate Music’, una compañía de música orquestal que lleva
desde 1992 componiendo música para tráilers, de las cuales se
pueden destacar las canciones ‘Redrum’, ‘Tightwire’ y ‘Naked
Prey’, que se han usado con infinidad de películas.
Por lo que respecta a las bandas sonoras de otras películas hay
cinco que sobresalen por encima de las demás con las siguientes
canciones: ‘Lux Aeterna’ de Clint Mansell para la banda sonora de
‘Requiem por un sueño’, ‘Bishop’s Countdown’ de James
Horner para la banda sonora de ‘Aliens’, ‘Fire in a Brooklyn
Theatre’ de Randy Edelman para la banda sonora de ‘Bienvenido al
paraíso’, ‘Burn It All’ de Hans Zimmer para la banda sonora de
‘Llamaradas’, y ‘Almost Martyrs’ de Alex y Jake Parker de la
banda sonora de ‘La vida de David Gale’.
Eso sí, pese a que las más usadas sean de librería o de bandas
sonoras, dejadme destacar las canciones de ‘E.S. Posthumus’, un
grupo musical especializado en música de corte cinematográfico
formado en el año 2000 por los hermanos Helmut y Franz Vonlichten
que han abastecido un sinfín de tráilers usando sus mejores
canciones: ‘Ebla’, ‘Nara’, ‘Tikal’ y ‘Pompeii’.
Preciosas, míticas y potentes.
La voz en off se utiliza para establecer brevemente el argumento de
la película y ayudar al espectador a situarse dentro de la historia.
El equipo técnico de la película (actores, directores, productores
o guionistas), los aspectos técnicos (technicolor, cinerama,
cinemascope; hoy el 3D), las críticas de la película, nominaciones
o premios (Globos de Oro, Oscar…). Desde el tráiler de ‘El
enigma de la iguana’ que he comentado en el otro artículo, las
voces en off de los trailers siempre suelen ser profundas y con tonos
que llamen mucho la atención del público.
Probablemente las voces más conocidas en los trailers en Estados
Unidos son las de Ashton Smith, Hal Douglas y Peter Cullen y el
grandísimo Don Lafontaine. Éste último murió en 2008 después de
empezar en esto del doblaje en los años 70 y su voz es considerada
como ‘la voz de los tráilers’. Con más de 5.000 trailers en su
haber y 750.000 anuncios de televisión Lafontaine no sólo destacaba
por su característico tono sino por su gran sentido del humor y la
capacidad de burlarse de si mismo, de su trabajo y la industria a la
que pertenecía. Un grande donde los haya.
En España tenemos grandes actores de doblaje y grandes voces, como
Constantino Romero, Ramón Langa, Pepe Mediavilla o Manolo García
(la voz de Grissom en ‘C.S.I’), y durante muchos años se les ha
reconocido su labor y calidad, sin embargo, la voz en los trailers
nunca ha sido tan importante como en Estados Unidos y no se puede
decir que tengamos una “voz” que todos recordemos. Aún así me
quito el sombrero ante todos ellos porque todos hemos crecido
escuchándolos y son grandes profesionales.
Y para acabar: la calificación de edad, que sirve para determinar si
una película o tráiler es idóneo para un determinado público ya
sea por su temática o contenido. En Estados Unidos la MPAA, es decir
la Asociación Americana del Cine, por sus iniciales en inglés, creó
una forma de saber la calificación en los tráilers, y ésta aparece
al principio de ellos con el mítico cartelito verde o rojo.
Actualmente las películas reciben una de estas opciones: G, para
todos los públicos; PG, para todos los públicos pero el contenido
puede que no sea adecuado para menores de 6 años; PG13 para los
mayores de 13 años, y que los menores de edad la pueden ver pero
quedan avisados; R, para los mayores de 17 años y que los más
jóvenes sólo pueden entrar en las salas si van acompañados de
alguien mayor; y NC-17, que es la antigua X, y que prohíbe la
entrada a menores de 17 años.
En nuestro país, y tras un cambio que hubo hace un par de años,
encontramos las siguientes calificaciones de edad: Apta para todos
los públicos, No recomendada para menores de 7 años, Especialmente
recomendada para la infancia (Esta clasificación se añadirá a una
de las anteriores cuando se trate de películas con contenido
narrativo y visual destinado a este público objetivo), No
recomendada para menores de 12 años, No recomendada para menores de
16 años, No recomendada para menores de 18 años y película X,
prohibiendo el acceso a los menores de dieciocho años.
Todas las cadenas mayoritarias de exhibición exigen que las
películas y los tráilers lleguen a sus manos con una de esas
calificaciones. Y lo hacen con un papelito, que llega dentro de sus
cajas naranjas o mediante e-mails, en el que se especifica, entre
otras cosas, su calificación de edad. ¿Y quien decide la
calificación de cada una? Pues la Comisión de Calificación de
Películas Cinematográficas integrada por cinco hombres y cinco
mujeres que no tienen nada que ver con la industria y que se supone
que representa el espectro general de los espectadores españoles.
Esta comisión se encarga de visionar todo lo que se va a exhibir y
realiza una consideración previa en función de su criterio
personal. El dictamen resultante es una recomendación, no
obligatoria, que deberá ser confirmada por el director del Instituto
de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA). Este sistema de
clasificación, que se engloba dentro de la conocido popularmente
como Ley del Cine, suele acertar con sus criterios y tener bastante
sentido común, pero a veces salen casos tan bochornosos como el que
ocurrió con ‘Saw VI’, que no se pudo estrenar en salas
comerciales por ser calificada como película X.
En Estados Unidos ocurre lo mismo, pero ahí son más rígidos en su
sistema de calificación y los elegidos para calificar las películas
tienen una forma de tabularlas muy concreta y, en ocasiones,
ridículas: la violencia cada vez tiene más pase, pero si en
pantalla se ven tetas, culos o, Dios nos libre, una vagina o unos
testículos, esa cinta queda sentenciada a R, o una NC-17 en casos
extremos. Y luego están las palabras malsonantes: si en los diálogos
hay un solo fuck, puede tener una PG-13, pero en el momento en que
hay mas de uno y se pasan de la raya la cinta queda sentenciada con
una R, como pasó con ‘Billy Elliot’ o ‘El discurso del Rey’.
Pa’ flipar.
Parte 5: Los tráilers en
los cines
He comentado en otro artículo que cada vez tienen más importancia
los tráilers en internet, pero no hay que olvidar que desde los
inicios la sala de cine es el mejor lugar para promocionar una
película porque allí está la mejor audiencia: los amantes del
cine. Pero antes de sentarte en tu butaca con tu refresco gigante y
tu caja de palomitas y disfrutar de los tráilers, éstos tienen que
haber llegado al cine de tu barrio. ¿Y cómo llegan? ¿En qué
formato? Pues para contestar eso primero habría que saber como
demonios llegan las películas.
Hasta hace unos años (al menos en España) y desde los inicios del
cine cuando en 1909 fue reconocida como medida estándar, la única
forma de ver una película en una sala de cine era en película
fotográfica de 35 milímetros. A pesar de las amenazas de calibres
más pequeños y más grandes, y de formatos novedosos, este formato
consiguió aguantar porque su tamaño permitía una relativamente
buena relación entre el coste del material fotográfico y la calidad
de la imagen capturada.
El caso es que una película de 35 mm llega a los cines dividida en
distintos rollos o bobinas dentro de una caja de cartón y el
operador tiene que enlazar los distintos rollos empalmando el final
de uno con el principio del siguiente hasta configurar la película
completa en una gran bobina de casi un metro de longitud. De la mesa
de montaje se lleva al proyector donde se va a pasar de una bobina a
bobina, o a un conjunto de platos en los que la película pasa de uno
a otro. Pero vamos, que tampoco os quiero aburrir con más detalles y
vamos a lo que vamos.
Pues bien, como ha ido sucediendo a lo largo de las últimas décadas,
los tráilers de cine, lógicamente, también llegaban/llegan igual
que las películas. Ocupan muchísimo menos, pero vienen dentro de su
caja (de color naranja, negra, dorada, verde…) y el operador tiene
que empalmarlo al principio de la película. Eso sí, NO todos los
tráilers vienen, por así decirlo, individuales con sus cajas de
colores, los hay que ya vienen incluidos delante de la película
nueva que se estrene. Para resumir, los tráilers que se proyectan en
el cine vienen o con la película (con lo que suelen ser de la misma
distribuidora) o de forma independiente y están puestos ‘a mano’
por los propios cines.
Pero todo esto va desapareciendo. Desde hace cuatro o cinco años
debido a la incursión del cine digital y con el “apagón
analógico” todo ha cambiado. La mayoría de los cines ha dicho
adiós a las grandes bobinas y a la película pasando a 24 fotogramas
por segundo ante una lámpara y han empezado a digitalizar sus salas;
Yelmo y Cinesa se han puesto mucho las pilas en eso.
En los cines digitalizados las películas ya no llegan en negativo de
35mm sino en soporte físico, encriptadas dentro de un disco duro que
se inserta en el servidor del nuevo proyector de cine (que es como un
ordenador) para que se descargue su contenido. Una vez en el
servidor, y creada una lista de reproducción, la distribuidora manda
a los cines unas claves con fecha de caducidad para desencriptar la
película y proyectarla así el día del estreno.
¿Y los tráilers? Pues más de lo mismo. Al no haber proyector de
35mm las distribuidoras tienen que mandar los tráilers de la misma
manera que hacen con las películas, pero en una escala más pequeña.
¿Y cual es la manera más sencilla de enviar un tráiler digital a
los cines que no sea dentro de un gran disco duro? Pues claro: con un
pendrive. Estos pendrive llegan a los cines en sobres, pero aún hay
distribuidoras que siguen enviando las mítica cajas naranjas con
estos USBs dentro.
Hoy en día eso es el presente pero cada vez pienso más que el
futuro pasará por los envíos por satélite, como ya hacen algunos
cines, cuyo contenido llega a través del mismo, se descarga en un
gran servidor central y de ahí se distribuye a la sala que se
quiera. ¿En el futuro todo será así? No se sabe, pero está claro
que el ‘apagón analógico’ es una realidad.
Aunque todavía pueden verse los dos tipos de proyectores en los
cines, y hasta hay cines que ni siquiera tienen tecnología digital,
todo indica que en los anchos pasillos de las cabinas de cine ya no
se amontonarán los rollos y las bobinas, y que el cine tradicional
35mm quedará ‘para los más románticos’ y los ‘nostálgicos’.
Como siempre, el tiempo nos lo dirá.
BOOK TRAILERS
A book trailer is a
video
advertisement for a book
which employs techniques similar to those of
movie
trailers
to promote books and encourage readers.[1]
These trailers can also be referred to as "video-podcasts",
with higher quality trailers being called "cinematic book
trailers".[2]
They are circulated on television and online in most common digital
video formats.[3]
Common formats of book trailers include actors performing scenes from
the book akin to a movie trailer, full production trailers, flash
videos, animation or simple still photos set to music with text
conveying the story.[4]
This differs from author readings and interviews, which consist of
video footage of the author narrating a portion of their writing or
being interviewed.[5]
Early book trailers consisted mostly of still images of the book,
with some videos incorporating actors,[6]
with John
Farris's
book trailer for his 1986 novel Wildwood incorporating images
from the book cover along with actors such as
John
Zacherle.
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¿Qué es un booktrailer?
Una de las últimas tendencias para promocionar una novela es
realizar un vídeo corto, o teaser, similar a los trailers
cinematográficos que promocionan películas o series de televisión.
El booktrailer pone de manifiesto, a través de música, imágenes
fijas, secuencias grabadas, efectos, etc., los aspectos más
atractivos del libro para captar la atención de los lectores.
Un booktrailer sugiere los acontecimientos de la historia, pero sin
revelar la trama. Su función es incitar a la lectura. Válido, no
solo para libros de ficción, un booktrailer es una herramienta muy
eficaz para todos los géneros literarios, desde la poesía, el
ensayo, biografías, etc. Un producto magnífico para editoriales y
autores, también para obras autopublicadas.
¿Cómo funciona un booktrailer?
Un libro es una obra escrita a la que se le pueden atribuir
mecanismos audiovisuales para hacerla partícipe de una poderosa
difusión basada en la música y la imagen. Se consigue, además del
lector asiduo, captar a un nuevo tipo de lector más vinculado al
cine y las series televisivas. Una técnica vanguardista y
sorprendente de presentar el potencial de un autor y de su obra.
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Elementos para realizar un buen book trailer
9 mayo, 2013. Alejandro Capparelli
Si tu libro es una novela, es probable que un book trailer sea una
excelente herramienta de promoción para incorporar a tu estrategia
de marketing editorial. Pero dependerá de la calidad de su
realización para que se convierta en un recurso efectivo para la
promoción de tu libro.
En primer lugar, hay que poner un límite de longitud para el book
trailer. Una buena opción es fijarlo en los 45 segundos, ya que el
propio Google lo recomienda en sus prácticas para anuncios de vídeo,
debido a que las tasas de reproducción descienden significativamente
después de ese lapso. Incluso, si en algún momento decides publicar
tu book trailer como un anuncio de pago, el límite de 15 segundos te
puede ser útil ya que algunos editores (donde se podría publicar tu
vídeo) fijan este límite para los anuncios. De hecho, sería ideal
realizar una versión larga y una corta, con esas referencias de
tiempo.
A partir de aquí hay que comenzar a trabajar en lo más importante:
el guión. Antes de buscar recursos como imágenes, audios o efectos,
es fundamental escribir un guión que cumpla tus objetivos.
El book trailer debe ser una pieza en sí misma y no un apéndice del
libro. Es decir que debe contarnos algo, una historia que sea una
parte de algo más grande. Muchos book trailers parecen una suma de
imágenes superpuestas sin mayor sentido más que acompañar frases
que suenan a lugares comunes de cada género. Esto no genera
expectativa por leer el libro, a lo sumo cumple la función de ser
una presentación. El objetivo de un buen book trailer es generar
interés, expectativa y deseo por leer el libro completo.
El guión del book trailer debe contar una historia que nos dé ganas
de más.Al escribir el guión, además de pensar en la historia que
vas a contar, es importante incluir los pequeños detalles que la
hacen única. Su contexto histórico o geográfico, las costumbres de
algún personaje o una locación importante, por ejemplo. Como dice
Robert Mckee en su clásico libro El Guión, “el arte consiste
en separar un pedacito del resto del Universo y presentarlo de tal
manera que parezca lo más fascinante e importante del mundo”.
Es decir que en el book trailer también debes aprovechar para
mostrar esos detalles que demuestran que dominas el universo de tu
historia (en tiempo y lugar) y presentar las características que lo
hacen único.
Ahora que el guión está desarrollado, llega la realización. Una
representación en imágenes y sonido de aquello que has escrito. Es
verdad que aquí la limitante son los recursos, algo que también es
necesario tener en cuenta cuando escribes el guión. Lo más probable
es que los recursos de que dispongas sean imágenes ya rodadas,
fotografías ya tomadas y bandas sonoras grabadas, disponibles en
bancos de imágenes y sonido. Hay varios recursos al respecto que
pueden ayudarte a narrar tu historia y si además cuentas con alguien
que sepa montarlas y generar animaciones, hacer un buen book trailer
es accesible. En este punto lo importante, además de encontrar los
mejores recursos disponibles para contar tu guión, es saber
presentar el género de tu historia. Amor, Terror, Aventura, Bélico,
Comedia, etc. todos los géneros tienen su lenguaje que le permite al
lector identificarlo fácilmente, de manera que éste sepa a qué
tipo de historia se enfrenta.
Nuevamente cito a Robert McKee en este punto: “La estética de
una película es el medio de expresar el contenido vivo de una
narración, pero no debe convertirse jamás en un objetivo en sí
misma”.
¡Para terminar, una obviedad: no te olvides de anunciar el título
del libro, el nombre del autor y dónde se puede comprar!
TRAILERS DE VIDEOJUEGOS
Show it, don´t tell it. Algunos consejos para un buen trailer de
videojuegos
(actualizado 12 de Junio 2012)
Perdonarme el anglicanismo, pero fue lo primero que me salió de la
mente cuando me he encontrado un post sobre trailers de juegos.
Hace muchos años, en una reencarnación diferente, en que me
dedicaba a la consultoria estratégica y tenia que hacer muchos
powerpoints aburridos (antes de que hubiese Prizzi), había una regla
que nos enseñaban en todos los cursos sobre como hacer buenas
presentaciones: Show it, Don´t tell it. O lo que viene a decir, que
lo enseñes y no lo digas.
Los trailers de videojuegos tienen el mismo propósito, enseñar de
que vá nuestro videojuego, sin tener que decir nada sobre ello.
Solamente esta frase, ya denota el peso que tiene entonces un
trailer, y lo poco que por veces le dedicamos tiempo a hacer una
buena planificación, una buena historia, y una clara exposición de
los puntos fuertes que queremos enseñar de nuestro videojuego.
Aprovecho para hacer un paréntesis, para alabar el gran trabajo que
está haciendo la gente de Intel, en abordar muchos temas de la
industria de los videojuegos, que no solamente la parte técnica. En
los últimos meses, a través de su portal de desarrollo, han
abordado bastantes temas de gran importancia dentro del proceso,
tanto de tecnología, como de negocio, o de cómo mejorar muchos
aspectos de procesos de negocio, que van por veces de forma más
periférica a lo que va la tecnología.
en la parte I, y la parte II abordan precisamente la importancia de
crear un buen trailer, para conseguir promocionar bien nuestro
videojuego, y recapitulan algunas reglas básicas.
a) La historia a contar
Pensar en la historia que queremos contar, los videojuegos siempre
cuentan alguna cosa, incluso un juego de puzzles tiene una lógica
que es necesario contar. Como muy bien lo apunten en el artículo,
las personas conectan mucho con historias, ya que esta es la forma
más antigua de transmitir conocimiento, y nos viene desde las
orígenes de los tiempos.
Podemos contar cosas sobre el entorno, sobre la historia, sobre los
personajes, sobre las acciones, sobre lo visual, etc…
b) Guión y Storyboard
Crear un storyboard sobre la historia del trailer, planificando mucho
la forma como vamos a representar nuestra historia y nuestro mensaje
sobre la forma de un storyboard, con sus planos y sus descripciones.
Pensar en sonidos/músicas y voces que sean necesarias. Mantener
siempre las frases cortas y impactantes para que sean fácil de
recordar y deberían estar alineadas con el mensaje y la emoción que
queremos transferir a nuestros jugadores.
Es importante también referenciar al definir la historia y el story,
que cada plano de un película, corto o trailer, tiene que hacer
avanzar la historia que queremos contar, tiene que representar un
paso más en la dirección de ese clímax con que queremos terminar
nuestro trailer de forma a poder dejar un saber de boca agridulce en
los que lo van a ver. Evitar los planos vacíos de contenido que no
aportan nada.
c) Seleccionar el material que queremos en nuestro trailer
Este material puede ser escenas del juego, o pueden ser materiales
diseñados y generados específicamente para el trailer. La mayor
parte de los trailers españoles, es generalmente hecho con material
ingame, y por lo tanto debe ser grabado directamente del juego.
La selección del material es de suma importante, y tiene que estar
directamente alineada con lo que queremos enseñar del juego.
Recordaros que el objetivo de un juego es de divertir, y que el
objetivo de un trailer es enseñar la diversión, y que por lo cuando
la tecnología no es realmente importante, y que si hay que
enseñarla, se puede enseñar a través de cortes que contribuyan a
enseñar la diversión que hay en el juego.
Un trailer no es una película de larga duración, y como tal no
debería tener una duración de 2 horas. Los trailers tienen que
dejar un sabor a poco, y como tal no deberían ser demasiado largos.
Algunas reglas generales, apuntan a que un teaser trailer no debería
tener mas de 1 minuto 15 segs, y que un trailer no debería ir más
allá de los dos minutos.
d) Distribuir
El propósito de un trailer es de dar a conocer nuestro videojuego,
por lo que cuanto más circule, mejor. Youtube, gametrailers,
gamespot, vimeo, facebook, tuenti, tumblr, y muchas otras son buenos
sitios para darlo a conocer y ponerlo en circulación.
La industria del cine ahora ha puesto de moda, la distribución
continua de trailers, en que van saliendo trailers sobre la misma
película cada mes, dando cada vez más pistas sobre la historia de
la película. Creo que es una técnica equivocada y que los trailers
tienen que ser “eróticos” y utilizar la sugerencia de lo que
puede ser el juego, pero sin explicitar todo lo que hay que saber
sobre el juego. Por la misma regla, deberían existir un teaser
trailer, un trailer, y cerca del lanzamiento del juego un trailer de
gameplay.
Por opuestos, tan poco hay que recaer en el lado contrario y hacer
teasers misteriosos y enigmáticos que no cuenten nada.
Un trailer es un auge en el proceso de comunicación del videojuego y
como tal suficientemente relevante como para hacer una nota de prensa
sobre su estreno y lanzamiento, para dar a conocer a través de los
medios de videojuegos de su existencia.
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ARTÍCULOS
Guy Ritchie nos sorprende con el spot de 'Call of Duty: Black Ops
2'
miércoles, 31 de octubre de 2012
Robert Downey Jr. hace un cameo en el anuncio de la nueva entrega de
la popular saga de videojuegos.
Spot de lujo para anunciar Call of Duty: Black Ops 2. Activision ha
contratado los servicios de Guy Ritchie para dirigir el anuncio de la
nueva entrega del popular videojuego, que llega al mercado el próximo
13 de noviembre.
Con el título de Surprise, el spot cuenta con el cameo estelar del
actor Robert Downey Jr. con la canción Back in Black de AC/DC como
telón de fondo y muchísimo sentido del humor. Un conjunto rutilante
que se suma a la lista de colaboradores estrella de la compañía:
Sam Worthington, Trent Reznor y David S. Goyer son los responsables
de la voz, música y guión de Call of Duty: Black Ops 2.
El lanzamiento de Call of Duty: Black Ops 2 es una de las principales
novedades del sector esta temporada junto a Halo 4, la ya octava
entrega de la no menos popular franquicia. Halo 4, pensada como el
inicio de una nueva trilogía en la trama de la saga, también cuenta
con un sofisticado tráiler que avanza gran parte de las claves con
las que se encontrarán los usuarios del juego. El tráiler ha sido
realizado por David Fincher y el desarrollo visual ha corrido a cargo
de Tim Miller, responsable de los impactantes títulos de crédito de
Los hombres que no amaban a las mujeres, así como de los efectos
especiales de Scott Pilgrim contra el Mundo. Halo 4 llega a las
tiendas el próximo 6 de noviembre.
Siete reglas para montar un buen tráiler
1. Empieza lento y acaba rápido: Ya sea una cinta bélica sobre la
Segunda Guerra Mundial (género al que pertenecen aproximadamente el
20% de las películas y videojuegos del mundo) o un ensayo sobre la
cría de cangrejos en Uzbekistan, es importante empezar siempre con
un par de planos de gran belleza plástica, como las olas del mar o
una puesta de sol. Abre plano desde negro, sin prisa. Da igual que
solo tengas 2 minutos y 30 segundos para explicar la película, el
inicio debe ser siempre calmado. Ya habrá tiempo de quemarle las
retinas al espectador intercalando flashes en blanco sobre planos de
un segundo de duración, algo que, por supuesto, nos reservaremos
para el final del tráiler.
2. Música in crescendo: Dícese de ese efecto por el cual la música
sube de forma continua en tempo e intensidad (perdonadme si uso mal
los términos musicales, no es mi especialidad) hasta que, cuando
parece que ya van a reventarnos los tímpanos, culmina con una
apoteósis final de trompetas sincronizada al ritmo de las
explosiones (aunque sea una película romántica, tiene que haber
alguna explosión, una pequeñita).
3. Utiliza un narrador omnisciente leyendo frases tópicas: Esto es
una característica no negociable del 99% de los tráilers. Todos
necesitan un narrador leyéndonos lo que podemos ver en pantalla. Las
frases a usar se elegirán de entre las siguientes: “En un mundo
(agregar descripción)…” “La batalla final…”, “Este
verano…”, “Dos chalados…” “Prepárate para…” y
“Loquesea Pictures presenta La increíble historia de…”.
4. Destripa la película: Sí es una cinta de acción, muestra las
mejores escenas de efectos especiales. Si es una comedia, recopila
todos los chistes medianamente graciosos y salpicalos a lo largo del
montaje. La gente debería aprender de este truco, pero siempre
terminan picando y yendo al cine para salir de la sala exclamando
“pero si lo mejor estaba en el tráiler”…
5. Todos los actores deben gritar: La voz de los actores solo puede
aparecer de dos formas en un tráiler: si están en pantalla, debe
vérseles gritando, “¡Corred!”, “¡Ahora!”, “¡Cuidado!”
o “¡Más madera!” son ejemplos de exclamaciones perfectamente
válidas. Si, por el contrario, no están en pantalla, usaremos algún
monólogo suyo en el que el guionista haya puesto especial trabajo y
lo haremos coincidir con las imágenes mostradas creando una
composición poética e inspiradora.
6. Añade una sorpresa final: Es eso que sale justo después de los
créditos finales, cuando se ha apagado la música y parece que el
tráiler se ha acabado… ¡pero no! Si es una película de acción,
sale el prota dando un puñetazo al malo, disparando un par de tiros
o gritando alguna frase a pleno pulmón. Si es una comedia, sale el
prota tirándose un pedo… o algo por el estilo.
7. Si es una película española… olvida todo lo anterior: Por
último, si el tráiler que estamos montando es para una película de
cine español, las reglas anteriores quedan invalidadas. En este
caso, lo importante es poner primero todos los logos de los
organismos que han colaborado subvencionando la película (con lo que
consumiremos fácilmente unos treinta segundos de tiempo del montaje
final). A continuación, recopilamos todos los chistes soeces
montados al ritmo de alguna canción de pop español, intercalamos un
par de planos con muchos extras o de efectos especiales (si los hay)
para que se vea que en que nos hemos gastado el presupuesto. Por
último, cerramos con la fecha de estreno bien grande, ya que si el
espectador se despista es muy probable que cuando vaya a verla, la
película ya haya sido retirada de cartel.
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Mil maneras de hacer un
tráiler... y no todas funcionan
Faltan exactamente cinco meses para que podamos disfrutar de
'Agora', lo último de Amenábar, lo primero desde su Óscar de 2005.
Su escueto tráiler es un telegrama que apenas apunta lo que veremos.
¿Eso es bueno o malo?
Miles de formas de hacer un tráiler para miles de películas
distintas. Cada una exige un tipo de reclamo exclusivo y no todos
funcionan. En ocasiones el triunfo o fracaso de una cinta se
encuentra en su manera de 'vender la moto'.
Hay superproducciones cuyos fans demandan goteos de información
paulatinos para poder llevar el día a día hasta la fecha del
estreno y eso da lugar a que la plataforma youtube y las distintas
webs oficiales se hagan eco de micropíldoras, en ocasiones incluso
amateurs. En la actualidad existen varios casos dignos de estudio.
'Agora': El arte de sugerir
Empezamos por 'Agora', cuyo primer tráiler —en la productora nos
aseguran que habrá más con el paso de los meses— no contiene
diálogos y sí planos contemplativos durante el primer minuto, que
pasan a ser más sincopados a partir de ahí, para, en el segundo 70
y hasta el final, dar paso a un coro operístico. ¿Qué podemos
entresacar académicamente de ese planteamiento de montaje?
Le pedimos ayuda a Juanjo Caballero, profesor de Teoría de Montaje
de la ESCAC: "El tráiler tiene por objeto contextualizar la
obra (Alejandría, s. IV, d.C.), mostrando que se trata de un
'blockbuster' épico con un gran despliegue de medios. La historia de
la revuelta que se da en la ciudad tan sólo queda sugerida por otro
intertítulo a partir del que se desata una estructura de montaje
mucho más corto y frenético que nos traslada la promesa de la
acción trepidante que se nos asegura contiene la película. La
desaceleración coincide con la aparición del golpe de efecto que
nos viene servido por el rótulo con el nombre del director:
Alejandro Amenábar".
El hispano-chileno confía en su tirón taquillero y deja cabos
sueltos que el tiempo y los clips complementarios rellenarán. No ha
montado el tráiler pero sí sabemos que ha estado muy encima de él.
Según Caballero, su apuesta es la de prescindir de la historia,
dando una información escueta y renunciando a la presentación de
cualquier personaje o siquiera a la utilización de una voz en off
que nos guíe, porque lo único que quiere que sepamos —por el
momento— es que es una cinta 'grande' y de época, lo que evidencia
la promesa de nueva pirueta creativa del realizador.
'The Wrestler': Cuando no te reservan ni una sola sorpresa
Hay quienes, más humildes, necesitan desmenuzar el contenido
confiando en que alguno de los vértices dramáticos mostrados pique
la curiosidad de los espectadores indecisos. Tal era el esquema del
clip de 'The Wrestler', que dejaba muy poco a la imaginación
haciendo un preciso boceto del comienzo, el nudo y el desenlace.
Para Caballero, en este caso concreto, se optó por fijar el reclamo
en la convergencia entre intérprete (Mickey Rourke) y el personaje
(el luchador de wrestling al que da vida). "Se nos presentan la
práctica totalidad de los ingredientes dramáticos de la película
porque los reclamos son Rourke, su carisma como encarnación por
antonomasia del 'loser' y las emociones de ese contacto emotivo que
se nos promete con el personaje del luchador-actor en decadencia. Por
tanto, no hay nada sorprendente en que buena parte de la duración
del tráiler esté cubierta por rótulos extraídos de las críticas
surgidas en torno a la película, donde se destacan esos aspectos, y
que el hecho de que la obra esté dirigida por un cineasta consagrado
como es Aronofsky, se limite al recordatorio de un mero intertítulo
que aparece al inicio".
'Watchmen': Tan bueno que es inmejorable
Ahora, ni para ti ni para mí. Para cerrar el trío de casos de
estudio, hay uno que de algún modo viene a ser la suma de los dos
anteriores, la relativamente desastrosa 'Watchmen', de la que muchos
esperaban mucho y —con la perspectiva que da un mes desde su
estreno— no ha colmado las expectativas más optimistas. De ella
podemos decir que tiene un modelo de tráiler seductor (todos los que
ha tenido lo son), pero, centrándonos en el primero y más popular
(con seis millones de visitas en los últimos ocho meses), diremos
que conjuga una banda sonora altamente emotiva —con los Smashing
Pumpkins de 'Batman & Robin' tuneados para la ocasión— con una
presentación de personajes ejemplar.
Los fragmentos de acción, expuestos a modo de collage desordenado,
no dan muchas pistas del hilo narrativo pero no hay, como en el caso
de 'Agora', excesivo celo a la hora de ocultar sus mejores cartas: la
carne desborda el asador a pesar de que oigamos apenas dos frases
(una del Dr. Manhattan y otra de Rorschach). Caballero opina que los
publicistas de Warner y Paramount han tratado de explotar con
'Watchmen' "el prestigio del cómic que adapta en un vehículo
promocional que debe funcionar a un doble nivel: el del público en
general —más o menos profano en materia de cómics— y el
aficionado. Se nos informa tan sólo de lo que en sustancia habla la
obra (super-héroes, venganza, holocausto) para, con estética
'Mátrix', mostrar una radiografía de aquello que en la película se
aproxima a las tres horas".
Obras de arte en formato minúsculo
¿Cuál es el mejor modelo? A gusto del consumidor. Lo que es
indudable es que un buen tráiler puede atraer espectadores la
primera semana, pero el boca oído es mucho más efectivo por el
hecho de que no todos los públicos están tan acostumbrados a
dejarse seducir por las estrategias de marketing como por lo que nos
ha dicho el compañero en la oficina.
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